miércoles, 7 de mayo de 2014

Ba, be, bi, bo, bu

«Durante los incidentes que propiciaron la revolución rumana de 1989, que terminó con el régimen de Ceaușescu, Emil Bobu y Constantin Dăscălescu fueron enviados a Timisoara para tratar de resolver el conflicto. Una de las primeras cosas que hicieron al llegar fue preocuparse por la situación de las reservas de materiales estratégicos allí almacenadas.
—¿Y qué nos dicen de los depósitos, camarada Dăscălescu? ¿Están seguros?
—Sí, camarada Bobu. Precisamente aquí tengo la lista de las existencias… y yo diría que todo está en regla.
—A ver. Sí, eso parece. Pero… ¿qué significa esto, Dăscălescu? ¡No lo entiendo!
—¿El qué, Bobu?
—Pone bario, berilio, bismuto… y algo más entre paréntesis. ¿Qué es eso?
—¡Ah, eso! Eso es el símbolo que corresponde a cada elemento.
—¿Cómo? No entiendo, Dăscălescu.
Ba, Be, Bi…, Bobu.»

Escribir un relato que termine con una frase que se corresponda con una serie paronomástica (una consonante + cada una de las cinco vocales en su orden natural) es un ejercicio ludolingüístico complejo. Se trata, por supuesto, de crear un relato verosímil. Y cuanto más sencillo y corto, mucho mejor. Porque lo importante en este juego no es el relato en sí, sino terminar con la frase paronomástica. Todo lo anterior solo sirve para llegar a ese momento final y cumplir el objetivo. Por lo tanto, repito, cuanto más breve, mejor.

«—Cecilia, tú que sabes tanto del Barça, ¿quién es el extranjero que más veces ha vestido la camiseta del equipo?
—Messi, claro.
—Vale, Ceci. Pero Messi no cuenta, se ha formado en La Masia. De los que han llegado de fuera, ¿quién es?
—…
—¿Te doy una pista? Es holandés.
—Cruyff.
¡Ca, Ceci! Cocu.»

No es sencillo este juego/ejercicio. No hay muchas combinaciones —por no decir ninguna— de consonante + cada una de las cinco vocales en su orden natural que proporcionen rápidamente una frase inteligible. Por eso, como digo siempre, cuando lo intentes, procura tomártelo con calma. Sé paciente. Persevera. Y si el resultado no te satisface, bórralo y empieza de nuevo. ¡Hay una infinidad de consonantes para combinar! Aquí lo importante no es ganar un premio, lo importante es tu propia satisfacción personal. ¡Ánimo!

1 comentario: