miércoles, 10 de julio de 2013

Interroguexclamo

Una de las peculiaridades del español es que, a diferencia de las demás lenguas de cultura que lo rodean (francés, inglés, italiano, alemán, portugués, catalán...), utiliza dos signos para las frases interrogativas y otros dos para las exclamativas, uno de apertura (¿ y ¡) y otro de cierre (? y !). Eso es lo que nos han enseñado siempre y conforma una de las características más reconocibles de nuestra lengua.

Ahora bien, en esta época abarrotada de medios electrónicos personales, en la que escribir deprisa y con faltas de ortografía no incomoda a nadie, cada vez es más frecuente ver solo un signo, el de cierre. No sé si será por desconocimiento, por incompetencia gramatical o por el ansia de escribir deprisa, como si fuera a acabarse el mundo mañana mismo. El caso es que el signo de apertura suele desaparecer.

Si tú eres de esa tribu, pasa de lo que te voy a contar, no pierdas el tiempo leyendo más. Si eres de otra tribu, sigue leyendo… y descubrirás que, cuando el sentido de una oración es interrogativo y exclamativo a la vez, pueden combinarse ambos signos, abriendo con el de exclamación y cerrando con el de interrogación, o viceversa o, preferiblemente, abriendo y cerrando con los dos signos a la vez.

Así que podemos escribir:

¡Qué manía esa de no poner el signo de apertura en las frases interrogativas y exclamativas, verdad?

O también:

¡¿Qué demonios has hecho?!

Es decir: ¿No querías arroz? ¡Pues toma dos tazas!

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